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Entrevista a J.S.Pinillos (Febrero, 2018), autor de libros infantiles y juveniles

Entrevista a J.S.Pinillos (febrero, 2018)


Llega Mi camita a las librerías, pero el libro ha llegado a más de 10.000 lectores…

Efectivamente, este pasado 2017 hemos vendido unas 10 mil unidades (libros físicos, en papel, tapa blanda) de Mi camita. Yo tenía mucha confianza en este libro, pero no sabía que se vendería tanto ni tan rápido, porque desde el segundo mes de autopublicarlo despegó. Claro, primero debería explicar que Mi camita es un libro autopublicado en internet. Esto quiere decir que se hizo y se lanzó sin el consejo ni el asesoramiento de nadie. Una vez terminado todo el trabajo creativo, simplemente generamos los archivos, los subimos a internet, la empresa que iba a fabricar el libro (createspace / kdp, una filial de Amazon) nos dio la conformidad de que los archivos tenían la calidad para ser impresos. Y ya está.

En estos momentos, y más después de toda esta experiencia, yo pienso que la autopublicación va a terminar siendo una vía imprescindible para todos los actores involucrados en el mundo editorial, porque facilita a los escritores noveles publicar sus libros en papel sin ningún costo, lo cual le da a cualquier autor la posibilidad de poner su obra al alcance de todos los lectores, y a las editoriales les permite apostar por títulos que ya saben que están interesando a la gente. Libros que se venden solo por internet, y pueden llegar a dar el salto a las librerías cuando las editoriales que están interesadas llegan a un acuerdo con sus autores. Así, gracias a la autopublicación, todos los autores que lo desean pueden publicar y vender sus libros casi en cualquier lugar del planeta. Y si un libro interesa a una editorial, esta no arriesga tanto como antes, cuando debía publicar únicamente basándose en su experiencia o criterio, de tal manera que se está convirtiendo en un sistema que favorece a ambas partes, y que incluso puede permitir a las editoriales ofrecer mejores condiciones a los autores por obras con las que, de antemano, ya saben que no van a perder dinero.

La autopublicación —también llamada, indistintamente, autoedición— supone un cambio de paradigma. Por eso me gusta animar a los nuevos autores que conozco a que, en lugar de presentar su obra ante una editorial, se autopubliquen. De tal manera que si logran que su obra sea leída y tenga visibilidad, ya tendrán gran parte del camino recorrido. Para lograrlo, pueden utilizar las redes sociales para llegar hasta sus lectores. Y si su obra gusta o interesa, funcionará el boca a boca, como ha funcionado toda la vida en el caso de los libros, y se terminará vendiendo.

A nosotros nos contactaron por mail varias editoriales, pero con ninguna llegamos a hablar en serio hasta que apareció una editorial afincada en Barcelona, y de la que ya habíamos visto algunos de sus libros en librerías. Y estamos contentos de que Mi camita aparezca en tapa dura, por lo que supone para nosotros mismos como autores, pero también para la distribución del libro, pues durante este último año hemos recibido muchos mails de librerías que nos preguntaban si podíamos enviarles ejemplares del libro porque sus clientes se lo habían pedido. Por desgracia no era posible para nosotros atenderlas ya que no disponíamos de ejemplares del mismo. Porque los libros autoeditados en este sistema no acumulan stocks, sino que cuando un cliente compra el libro, ese mismo día lo fabrican en unas imprentas que tienen en Polonia y en el Reino Unido, y se lo envían. En realidad, es un buen sistema, mucho más ecológico, porque así no hay excedentes de los libros como pasa con el sistema de edición tradicional, excedentes que la mayoría de las veces después de un tiempo se destruyen. Seguramente es la fórmula hacia la que avanzará todo el mundo editorial porque el planeta necesita que no se corten tantos árboles para hacer papel, sobre todo si ese papel, finalmente, ni siquiera termina llegando al cliente final. Yo pienso que llegará el día en que al comprar un libro que tenga un formato estándar, este se fabricará directamente en la librería mediante un sistema de impresión avanzado. Para las librerías también será lo mejor, porque tendrán al momento disponibles todos los libros del mundo.

Volviendo a Mi camita, en realidad ha sido un boom editorial. El diario El Mundo dijo que era uno de los 10 mejores cuentos para dormir. La agencia de noticias EuropaPress (EP) sacó una nota diciendo que había batido récords de ventas. En Amazon ha estado compitiendo en ventas con los libros infantiles de las grandes editoriales, lo cual es un milagro si consideramos los enormes recursos y de publicidad que los gigantes editoriales destinan a que se conozcan sus lanzamientos. Mi camita posiblemente sea el libro infantil ilustrado autopublicado más vendido de la historia. Me refiero a España, claro, porque en lugares como EEUU nos llevan mucha ventaja en todos estos temas. 

¿Qué hay detrás de este éxito?

Lo primero que hay son muchos años de pensar, desde que escribí mi primer cuento infantil hace algo así como veinticinco años, que algún día llegaría mi momento. Ya intenté publicar con una gran editorial cuando llegué a Barcelona en el año 1999, pero me pidieron que cambiara el final del cuento que les propuse, y yo era joven e inexperto, así que no lo cambié, y el cuento no se publicó.

Posteriormente, a lo largo de estos años he sido dos veces padre, y he ido recopilando algunos cuentos que improvisaba por las noches para contárselos a mi hija pequeña.

Como casi siempre he trabajado en internet, más o menos estaba al tanto de los avances que iban apareciendo para que los autores se autoeditaran. Siendo consciente de que no es lo mismo autoeditar una novela que un libro infantil ilustrado, así que el sistema debía ofrecer unas mínimas condiciones de calidad que hicieran que el producto fuera interesante. Cuando consideré que esas condiciones se daban, contacté con el amigo ilustrador con el que hice el primer cuento en los años 90 en Logroño. Así fue como salió el primer libro. Pero después, debido a que esta actividad le suponía mucho tiempo, pues hacer un buen producto supone meses de dedicación, él no quiso continuar con este proyecto, así que busqué a una persona que estuviera en Barcelona. Puse un anuncio. Julen me contactó y le propuse ilustrar Mi camita. Y así es como hemos llegado hasta aquí.

Por lo tanto, Mi camita para mí es el resultado de un caminar de más de veinte años teniendo en mente que en algún momento volvería a intentarlo. No hay que desfallecer, ni que dejar de trabajar, ni hay que rendirse jamás.

¿De dónde surge la idea?

La idea de Mi camita en realidad es bastante reciente. Después de mi primer libro autopublicado, ilustrado por un amigo riojano, ¿Dónde estás oscuridad? (marzo, 2016) que es un cuento que trata de explicar la idea de la oscuridad como algo esencial para la naturaleza, para la vida, y a fin de que los niños se duerman sin temer tanto a la oscuridad, yo andaba buscando complementar ese libro con otro que sirviera para ir a dormir. Entonces pensé que el principal problema era que la mayoría de los niños no quieren dormir solos. Conocía otros libros orientados a este objetivo, pero sabía que algunos de los métodos habían sido muy polémicos y muy cuestionados. En ocasiones esos métodos consisten en que el niño se vaya a la cama y no hacerle caso, dejarlo llorar sin contemplaciones. Eso, desde mi punto de vista, ni es una buena alternativa, ni es aceptable. Otros libros tratan de aburrir al niño mediante sistemas pseudohipnóticos hasta que se duerme. Claro, que a veces incluso se duerme antes el padre que el niño. A mí, que aunque ya tengo 45 años, no me suele resultar complicado adoptar un punto de vista infantil, me pareció que la solución podía encontrarse en acercar emocionalmente al niño pequeño al objeto al que no deseaba ir, o sea, a su cama. Había que hacerlo de una manera dulce, establecer una complicidad, y crear todo un universo muy sencillo que el niño entendiera y con el que se pudiera identificar. Por eso el libro trata de la relación de una niña pequeña y su camita. Y, en realidad, se limita a explicar lo increíblemente maravilloso que puede llegar a ser soñar y disfrutar de tu propio espacio. Fui escribiendo las escenas y dándole forma al conjunto a base de intuiciones. Sospechaba que podía funcionar, pero en realidad no estaba totalmente seguro. Cuando lo publicamos y se empezó a vender, enseguida empezaron a llegar correos y opiniones de personas que decían que sus hijos pequeños dormían en sus camas gracias a Mi camita. Hemos podido constatar que funciona en muchísimos casos, aunque no en todos, dado que un libro no es un medicamento,  y además depende de cómo se cuente el libro al niño. Si lo cuenta un adulto con amor, dulzura, paciencia, e incidiendo en las partes divertidas, tiene más posibilidades de éxito que si lo cuenta como algo que debe funcionar sí o sí, con seriedad o incluso con nerviosismo y ansiedad. Además, y esto es una obviedad, no todos los niños son iguales y puede que haya niños a los que nuestro libro no les atraiga, no les guste, o con los que simplemente no funcione. Pese a todo, nos consta que a la mayoría de los niños el libro les encanta y que -como decía- consigue en muchísimos casos que se duerman en sus camitas.

Acerca de la opinión de profesionales de la pedagogía y de la psicología infantil, solo una psicóloga infantil me dijo, y no directamente, sino a través de otra persona, que no le gustaba la metodología usada en el libro. Pero ha habido muchos psicólogos infantiles que nos han felicitado y que incluso lo recomiendan a sus pacientes. Una de las mayores expertas de México en el sueño infantil, es una defensora incondicional de Mi camita, y está esperando a poder distribuir el libro entre sus clientes. Algunos gabinetes de psicología infantil españoles nos han pedido ejemplares para ofrecerlos también a sus pacientes. Algunos lo han recomendado en su página web. Y nos consta que el libro se utiliza en muchas escuelas infantiles. En esencia, lo más significativo que algunos profesionales nos han dicho del libro es que, además de trabajar el sueño, trata otros valores importantes, pues fomenta la lectura y estimula tanto la imaginación como la autonomía en el niño.

De todas formas, pienso que Mi camita tiene todavía mucho camino por recorrer, porque se han vendido unos 12000 ejemplares, y empieza a ser conocido, pero todavía no es lo suficientemente conocido por el gran público. Esperemos que con la edición en tapa dura llegue ese momento y que ayude a muchos niños a dormir solos y felices.

El libro es algo especial, y apuesta más por el retrato de una amistad que por una historia…

Bueno, sí, eso es así, pero visto más bien desde un punto de vista adulto, por lo que yo lo matizaría. Porque yo creo que lo que se cuenta en Mi camita, para muchos niños pequeños representa una historia fascinante, con su principio, nudo y conclusión. El niño de 2, 3, 4 años tiene una percepción del mundo que no se corresponde nada con la del adulto, y Mi camita sugiere muchas cosas, pues cada página intenta dirigirse con absoluta familiaridad al niño pequeño. Ya que la protagonista es una niña de unos tres años que interpela directamente al lector. La primera frase del libro dice os presento a mi camita, porque en el libro la camita tiene vida propia. A partir de ahí, se hace un retrato completo de la complicidad existente entre la niña y la camita. Una relación tan maravillosa que cualquier niño la querría para sí mismo. Las últimas dos páginas, de puro texto, ofrecen una serie de buenos hábitos para que la relación del niño lector con su propia camita sea excelente: cuidar de la camita, no mancharla, no saltar sobre ella, no tumbarse durante el día, ir a dormir a la misma hora, etc. Es una manera de orientar al niño sobre lo que debe hacer para que pueda disfrutar de su camita tanto como la niña del cuento.

¿Por qué el uso de las repeticiones y de la palabra “camita”?

En el libro hay repetición de algunas palabras para reforzarlas. A los niños pequeños las repeticiones no les cansan, sino que suelen divertirles y hacerles gracia. Es cierto que la palabra camita aparece muchas veces en el libro, pero es para que el niño lector interiorice la idea de la camita como algo simpático, y también para que quede clarísimo de qué va el cuento, de sus objetivos y propósitos. El libro trata sobre una niña y su camita que la ayuda y protege, especialmente por las noches. La camita en el libro cumple la misma función que pudiera tener el juguete favorito de un niño. Muchos niños llevan un peluche y el peluche les defiende, los niños se sienten más seguros cuando lo llevan con ellos, incluso hablan con su peluche y le cuentan todos sus secretos. El niño pequeño suele necesitar puntos de apoyo y su juguete favorito (o sus juguetes, en plural) cumple este cometido de acompañarle en su universo íntimo, privado e inaccesible. Un magma infantil al que los adultos no podemos acceder, y que tampoco le resulta sencillo de compartir con otros niños pequeños, cada uno de ellos enfrascado en su propio interior. Para la niña que protagoniza Mi camita su cama es un punto de apoyo importante porque le da absoluta seguridad por las noches. Si logramos que nuestro hijo, al que leemos este cuento, lo sienta de esta manera, tenemos una posibilidad muy alta de que acepte su propia cama como un espacio acogedor donde se sienta protegido.

También me gustaría explicar que en el libro no hay una cama, sino que hay una camita. En ningún momento se utiliza la palabra cama porque se pretende singularizar ese objeto y acercarlo a la mentalidad infantil, así que solo se la llama camita. Tampoco, en el libro, aparece en ningún momento la palabra habitación, dado que no es necesario. Una habitación es, por definición, un espacio cerrado. Y además está muy asentado en el subconsciente de todos los niños la expresión vete a tu cuarto o vete a tu habitación como sinónimo de castigo. Incluso aunque en nuestra casa no se use esa expresión, todos los niños la conocen. En el libro se evita utilizar la palabra habitación porque la única idea que queremos transmitirle al niño lector es que lo mejor es que duerma en su camita, independientemente del lugar donde esta se encuentre ubicada. Nos centramos especialmente en ideas y conceptos positivos, todos ellos emanados de la camita. Si el niño se va a su camita es claro que se irá a su cuarto. Pero esto no lo verbalizaremos.

Acerca de lo que acabo de explicar, me gustaría añadir algo. Yo no soy partidario de mentir a los niños, ni de decirles mentiras para lograr que hagan lo que los adultos queremos. Creo que el adulto que miente al niño suele conseguir que los niños se den cuenta y que terminen por imitar al adulto y mentir. Pero la literatura es otra cosa, la literatura no se basa en la verdad, sino en la imaginación. Y este libro pretende lograr que los niños pequeños duerman más felices.  Y en eso estamos.

¿En cuanto a la ilustración, por qué la elección del digital?

En realidad, podíamos haber hecho Mi camita en cualquier sistema de dibujo, puesto que Julen puede hacer tanto ilustración clásica como digital. Nos decantamos por el digital porque es muy especialista y también por introducir una pizca de innovación en un mundo editorial infantil que sigue apostando mucho por lo tradicional.  Digo lo de la innovación porque realmente hay muchas personas que si un libro infantil no está dibujado a mano no lo valoran, cuando, en realidad, puede llevar tanta o más dedicación y esfuerzo hacer un libro en digital que al estilo tradicional. Otra cosa que me llama la atención y que la mayoría de los compradores de libros infantiles no saben es que hoy en día muchos de los libros que aparentemente están dibujados a mano, en realidad también están 100% creados con técnicas digitales, aunque da la impresión de que se han dibujado con lápices de colores o tinta tradicional, pero no es así.

Lo que buscamos al hacer Mi camita era conseguir un cuento con no demasiados elementos. Un tipo de ilustración que aparentara volumen y que pareciera imitar a la realidad, pues esto era importante para la finalidad del libro, que pareciera ubicarse en un mundo real, pero que a la vez reflejara con gran imaginación toda la parte onírica que aparece en el cuento.

Si hablamos de los protagonistas, la niña, por ejemplo, tiene unos rasgos muy básicos, pero Julen consigue que se perciban todos sus sentimientos y emociones. La camita era un reto que resolvió de manera magistral para que tuviera expresividad, movilidad, y que siguiera pareciendo una cama.
En general, el trabajo ha sido bien entendido. Claro, ha habido algunas personas que han criticado que el libro esté hecho con ilustración digital. Espero que esta pequeña explicación que he dado les sirva para entender los motivos que nos llevaron a hacerlo así.

¿Proyectos futuros?

Muchísimos. Un montón de proyectos sobre la mesa. Puedo decir que la autopublicación de libros infantiles a mí me ha cambiado la vida. Espero seguir adelante y publicar muchos más libros, pero siempre hacerlo con todo el sentido, jamás publicar por publicar. Como he explicado más arriba, el primer libro fue ¿Dónde estás oscuridad? (marzo, 2016), un libro que tuvo muy buena acogida, sobre todo por parte de muchos docentes, y que gusta mucho a los niños. Medio año después apareció Mi camita (octubre, 2016). El siguiente libro fue una novelita infantil/juvenil (a partir de 8 años) que ha gustado bastante a pequeños y no tan pequeños lectores y que lleva por título Sterling y el caso del niño fantasma (marzo, 2017). A continuación, aparecieron otros dos álbumes ilustrados infantiles, El caballero que no tenía caballo (marzo, 2017) y El viaje de Papelote (marzo, 2017). El primero de ellos ilustrado por Ana Sáez del Arco, una maravillosa ilustradora que vive en Gijón, y el segundo por Julen Rodríguez Ruiz. Son dos libros que me han dado muchas alegrías porque han tenido una acogida excelente.

En las próximas semanas autopublicaremos un libro bajo el título La desaparición del señor cero, también ilustrado por Julen, que es un cuento un tanto experimental de argumento bastante sencillo y cuyos protagonistas son números ceros y unos. En realidad, ya hace meses que está casi terminado, pero, por diversas causas, hemos ido retrasando su salida.

Volviendo a Mi camita, que es el motivo de esta entrevista, nuestro principal objetivo inmediato es lograr que Mi camita se conozca mucho más y que llegue a todas las librerías de España. También próximamente saldrá en Italia, en lengua italiana, y en Corea del Sur en Coreano. Aunque pensamos que el libro se va a vender a más países y que acabará siendo publicado en muchos lugares e idiomas. Ojalá que todo vaya bien y que cada vez más personas lo valoren como un instrumento útil con el que intentar mejorar el sueño de sus hijos.

Entrevista a J.S.Pinillos


J.S.Pinillos

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