Ver aquí: Premio Fundación Cuatrogatos 2020
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Lo escribí durante un trayecto en tren entre Logroño y Barcelona. Quizás el traqueteo del viaje me inspiró, y por un momento me imaginé que estaba en otra época donde el medio de transporte habitual eran los caballos.
El cuento narra las peripecias de un caballero que no solo es que no tiene caballo, sino que que continúa sin tenerlo durante toda la trama. Ahí está la gracia, en la imposibilidad del caballero para conseguir un caballo, pues todos los caballos a los que propone ir a rescatar a la princesa se revelan como unos cobardes, y también en que, aunque a punto está el caballero de rendirse y pasar de todo, nunca llega a darse por vencido.
Una de las cuestiones más importantes que surgieron en el momento de plantearnos su publicación, fue que quizás no se entendiera bien que, en definitiva, lo que se pretendía era desmontar ese tópico tan manido de «caballero rescata princesa».Pero es algo que no sucedió, porque, cuando se lee completo, queda muy clara la verdadera intención del relato: utilizar la típica historia caballeresca para darle la vuelta, ya que aquí el caballero aparece como un tipo algo ingenuo y alelado, los caballos son todos unos mentirosos, y, al final, la valentía y el mérito del rescate —sin menoscabar totalmente la figura del caballero, que es el responsable del inicio de la acción—, recae sobre una vaca, osea, sobre una fémina.
Como ya he indicado, mi intención era dar la réplica a esas tópicas y manidas historias de «caballero rescata a princesa de las garras del dragón», y, a la vez, poner toda la fuerza del lado femenino.
Una cosa que tenía clara era que no deseaba que saliera nada que pudiera considerarse violencia. Por eso, en el momento en que rescatan a la princesa —que es un bien superior, rescatar a una persona que está secuestrada— lo único que sucede —aparte de la ingeniosa y definitiva solución a la batalla, que es aportada por la vaca— es que el caballero le pega un pequeño pinchacito al dragón en la cola, pero sin nada doloroso, ni truculento, ni sangriento de por medio.
Es un cuento que me gustó desde el principio porque me pareció muy divertido, y pensé que tenía posibilidades. Y, la verdad, esas sensaciones se han visto confirmadas —en general— por la excelente respuesta de la gente, pues algunos padres me han escrito para decirme que este es el cuento favorito de sus hijos —de entre todos los cuentos del mundo entero—, que hay niños que lo piden cada noche, y cada noche se siguen riendo. Y, para alguien que inventa cuentos infantiles, no puede existir mayor satisfacción que esa.
Posteriormente, mi colaboración con Ana ha continuado con cuentos como La hormiguita o Pequeño Camaleón, de los que también hablaré en este blog.
El caballero que no tenía caballo ha obtenido algunos reconocimientos. Pero el mayor de todos es que me consta que lo usan muchos maestros en sus escuelas. Una prueba de ello es que, por ejemplo, el departamento de educación de la Junta de Castilla y León lo recomienda en su web en el apartado de educación inclusiva «para trabajar el valor que cada una de las personas tenemos y no dejarnos llevar por los prejuicios».
Algunos enlaces relacionados:
1. Información del cuento en la web de iajajai: https://www.iajajai.com/2-libros-para-ninos/5-el-caballero-que-no-tenia-caballo
2. Análisis del cuento en El aula de Elena: http://www.auladeelena.com/2018/09/cuentame-un-cuento-el-caballero-que-no-tenia-caballo.html
Videocuento, por los niños de el Aula de Elena:
La Ilustradora
Este libro supuso mi primera colaboración con la maravillosa ilustradora residente en Asturias Ana Sáez del Arco. Su trabajo me parecía increíble y la contacté por Twitter y, como el cuento le gustó, se decidió a dibujarlo. Mucho se ha comentado acerca de la calidad de los dibujos que hizo, y del enorme atractivo que tienen para los niños. En este caso, además, ella aportó los tres personajes peludos que aparecen en cada doble página, y que otorgan a todo el conjunto una cohesión y una gracia especial.Posteriormente, mi colaboración con Ana ha continuado con cuentos como La hormiguita o Pequeño Camaleón, de los que también hablaré en este blog.
El caballero que no tenía caballo ha obtenido algunos reconocimientos. Pero el mayor de todos es que me consta que lo usan muchos maestros en sus escuelas. Una prueba de ello es que, por ejemplo, el departamento de educación de la Junta de Castilla y León lo recomienda en su web en el apartado de educación inclusiva «para trabajar el valor que cada una de las personas tenemos y no dejarnos llevar por los prejuicios».
Algunos enlaces relacionados:
1. Información del cuento en la web de iajajai: https://www.iajajai.com/2-libros-para-ninos/5-el-caballero-que-no-tenia-caballo
2. Análisis del cuento en El aula de Elena: http://www.auladeelena.com/2018/09/cuentame-un-cuento-el-caballero-que-no-tenia-caballo.html
Videocuento, por los niños de el Aula de Elena:
3. Reseña en la página web especializada en literatura infantil Literatil: https://literatil.com/2017/11/10/caballero-no-tenia-caballo/
4. Página de la venta del libro en Amazon España: https://www.amazon.es/El-caballero-que-ten%C3%ADa-caballo/dp/1975641566/
Si vives en otro país, deberás buscarlo en la web de Amazon de tu país.
SI este cuento te gusta, por favor, sería genial que pusieras una pequeña opinión en Amazon. Es algo que se hace en un minuto, que nos da muchísimo ánimo y que ayuda infinitamente para que podamos seguir haciendo cuentos.
Muchísimas gracias.
El caballero que no tenía caballo, para mí, que soy profe de infantil y primaria, es el mejor cuento que me he encontrado para trabajar con niños.
ResponderEliminarDivertidísimo. Ofrece posibilidades extraordinarias.
Y cuando los niños se lo aprenden, les "engancha" de una manera increíble.
Maravilloso.
Querida Luisa,
EliminarBueno, aunque yo soy el autor de «El Caballero que no tenía caballo», creo que estás exagerando un poco al decir que es el "mejor cuento para trabajar", porque en las bibliotecas y en las librerías hay cuentos maravillosos para trabajar con niños.
Aunque, ya que lo dices, y basándome también en lo que me han dicho y en mi experiencia, estoy de acuerdo en que «el caballero» puede que sea uno de los mejores, y es cierto que puede dar mucho juego.
Bastantes personas me han hecho saber que este es el cuento favorito de sus hijos, y eso, bufff, supera todas las expectativas que yo tenía cuando lo escribí.
Muchísimas gracias.
Un abrazo grande.
Divertidisimo, a mi nene este cuento del caballero le chifla, jajaja, ya se lo sabe de memoriia, es que no quiere otro. Un saludo desde Mérida. Berta.
ResponderEliminarEstimada Berta,
EliminarNo conozco Mérida. ¡No he estado nunca en Extremadura! Es algo que tengo pendiente, y que estoy deseando hacer. ¡No creo que tarde mucho en acercarme por allá!
Te agradezco infinitamente tu comentario. «El caballero que no tenía caballo» ha tenido un enorme éxito entre los niños pequeños. Muchos se tronchan de risa.
¡Un abrazo!