Ir al contenido principal

La literatura infantil en la educación actual

Es curioso cómo los libros infantiles han sido tenidos, en muchas épocas y hasta recientemente, como un producto menor. 

Quizás porque se sigue percibiendo que escribir un cuento corto es algo fácil, cuya escritura no implica -en teoría- demasiado esfuerzo, y que podría estar al alcance de cualquiera. Y así es, cualquiera puede escribir, en un rato, un cuento corto. Otra cosa será que ese texto tenga la capacidad de llegar al corazón de infinidad de niños.

También porque hasta hace no demasiado tiempo, los adultos, y especialmente la educación tradicional, normalmente han contemplado la infancia como si fuera una etapa -casi una enfermedad- que hay que ir superando para llegar a ser una "persona". 

De hecho, cuando yo era niño no recuerdo haber visto ni leído, jamás, en las aulas, un cuento infantil.

En la educación de mi infancia todo tenía que ser "importante", trascendente, aburrido y plomizo. Si lo que se impartía no suponía un esfuerzo, más bien una carga, entonces no servía.

Cuando entrabas en la escuela tenías que dejar de ser un niño para pasar a ser un sujeto que tragara conocimiento, y así durante años. Por supuesto, esa practica habitual funcionaba en muchos casos, pues muchos niños se sometían al sistema, se portaban como robots y se aprendían las lecciones, pero en otros, por ejemplo en el mío, a los maestros les resultaba imposible que yo aprendiera apenas nada. Pues siempre estaba en las nubes. Allá desarrollé lo que hoy sería un caso extremo déficit de atención, y era entrar en el aula y desconectar. Por supuesto, no tengo la menor duda de que gracias a aquella "educación" desarrollé una imaginación que me ha llevado a poder vivir de la escritura.

La educación y los libros infantiles

Por fortuna, la percepción que se tenía de la literatura infantil ha cambiado por completo, y ahora es considerada, por muchos docentes, material pedagógico de primer nivel. Lo cual es normal, dado que pocas cosas llegan a los niños como un buen cuento, y además hay cuentos que abarcan todos los aspectos, todos los sectores, todo el conocimiento, y que educan divirtiendo.

Porque estamos hablando de niños, y la educación no tiene que ser una tortura. Todo lo contrario, la educación ha de ser divertida, porque los niños aprenden mucho más cuando se divierten. 

Es más, convertir el conocimiento en un rollazo soporífero puede lograr que te resulte abominable, y que lo rechaces de por vida. 

Utilicemos cuentos ilustrados en la escuela infantil y primaria, y el mundo futuro podrá ser más diverso, colorido, divertido e interesante para todos.

Mi pequeña contribución, que no tiene que ser la que utilices, pero que, si le quieres echar un vistazo, te la ofrezco con todo el cariño: Descárgate ahora la guía de actividades y de lectura para el aula de Un mundo maravilloso.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi camita

A raíz  de mi cuento sobre la oscuridad , que era un cuento para ir a dormir , quise profundizar más en esas circunstancias e intentar rememorar cómo era cuando yo de niño debía quedarme solo en mi cama, y cómo nunca quería, cómo me angustiaba esa idea de soledad, esa expectativa de estar toda la noche acompañado únicamente por mis sueños y pesadillas —yo sufría de muchísimas pesadillas—. Por lo tanto, mi objetivo era indagar acerca de cuáles hubieran sido las  condiciones ideales para que yo, cuando tenía  2 ó 3 ó 4 años,  me quedara solo y a gusto en mi cama. Cuando di con la que me pareció que era la mejor solución para escribir  Mi camita , enseguida fui consciente de que a muchos niños pequeños les iba a encantar.  La cierto es que, cuando desarrollas una idea que te parece innovadora, diferente, no es raro sentir una emoción especial que te indica que las cosas pueden funcionar.  Este cuento, que ha tenido —y tiene— tanto éxito, es ...

El caballero que no tenía caballo

En enero de 2020, El caballero que no tenía caballo ha sido escogido entre los 100 mejores cuentos en los Premios anuales de la Fundación Cuatrogatos, lo cual supone un reconocimiento excepcional para nuestro cuento. Ver aquí: Premio Fundación Cuatrogatos 2020 ******** El caballero que no tenía caballo  es un cuento que puede considerarse un superventas, dado que muchas son las unidades que se han vendido  en España, pero también en otros países, principalmente en Estados Unidos. Si mis anteriores cuentos publicados, ¿Dónde estás oscuridad? y Mi camita   estaban dedicados al mundo del sueño infantil, esta fue mi primera incursión en el territorio del humor. Además, para darle un aire  más  « medieval», decidí que tuviera los textos en rima. Lo escribí durante un trayecto en tren entre Logroño y Barcelona. Quizás el traqueteo del viaje me inspiró, y por un momento me imaginé que estaba en otra época donde el medio de transporte habitual er...

Mi Camita 2: Ya no me hago pipí

Un cuento sobre un niño que se orina en la cama: Recientemente la editorial Planeta, a través de su sello Destino, ha publicado el que es hasta la fecha mi último cuento, Mi camita. Ya no me hago pipí ,  que tiene como protagonista a un niño que se hace pipí en su camita. El propósito de esta historia, de 48 páginas, en tapa dura, no es otro que el de apoyar, con un toque de simpatía -intentando desdramatizar- a los niños que tienen este problema de enuresis , en definitiva, que se hacen pis por la noche en la cama . La cuestión es que este es un asunto que suele taparse, normalmente por vergüenza, y que en ocasiones provoca un enorme conflicto en las familias. También hay muchos padres y madres que se ven desbordados, que no saben cómo afrontarlo, o que llegan a reñir o a culpabilizar a los niños, pudiéndoles ocasionar más vergüenza, e incluso complejos y traumas. Lo primero que hay que saber es que esto es algo muy habitual , que sucede a una inmensa cantidad de niños, especialme...